VIDAS TRUNCADAS
Proyecto fotográfico por Sergio Déniz y Nieves Delgado
lunes, 12 de diciembre de 2016
viernes, 9 de diciembre de 2016
Juan José Rodriguez Barrera
Continuamos con la presentación de nuestros colaboradores literarios, y esta vez le toca al turno a Juan José Rodriguez Barrera, que como buen hombre de letras, es un lector incansable y un conversador apasionado.
Cuentista confeso, sus relatos, impecablemente escritos, rebosan imaginación y sorprenden por su eclecticismo. De talante sereno y colaborador donde los haya, compañero y sin embargo amigo, es en resumen un papirómano de pro.
Cuentista confeso, sus relatos, impecablemente escritos, rebosan imaginación y sorprenden por su eclecticismo. De talante sereno y colaborador donde los haya, compañero y sin embargo amigo, es en resumen un papirómano de pro.
Juan
José Rodríguez Barrera (Las Palmas de Gran Canaria, 1971).
Escribe relatos cortos y ocasionalmente poesía. Su estilo es dinámico, adaptable al contexto, no exento de humor y siempre, fuertemente influido por sus lecturas.
Sus
primeros textos fueron publicados en el extinto Diario de Las Palmas
y en revistas literarias online como Adamar o
Proyecto Sherezade.
Posteriormente
ha publicado tres libros colectivos: Juntos (Ed.
Mizar, 2000); Papiromanía (Anroart Ediciones,
2013), al que aporta cinco textos de variada temática y diverso
tratamiento (religión, ciencia ficción, falsa opinión, cría de
animales domésticos y terror); y Proesías (Mercurio
Editorial, 2014) sobre el que cualquier esfuerzo descriptivo es una
pérdida de tiempo.
Publica
erráticamente y espontáneamente en su blog Ovejas Negras
(http://negrasovejas.blogspot.com.es/).
Este es el texto con el que colaboró en nuestro proyecto:
CORRESPONSAL NO TAN DISTANTE
La revolución sigue pendiente
Como el sudor de los ricos
Los impuestos sobre el robo
El desorden de tu pelo entre mis
manos
Como la resurreción de la carne
El juicio a los culpables, por siempre
postergado
La revolución sigue pendiente
Seguiremos informando
http://yung.cloud/index.php?a=track&id=12082
jueves, 6 de octubre de 2016
Silvia Rodríguez
Tras el paréntesis veraniego, retomamos nuestras publicaciones con la sentida colaboración de una de las poetas más interesantes del panorama literario de nuestras islas, Silvia Rodríguez.
Su poema expresa sin rodeos toda la crudeza de un desahucio, en todos sus sentidos...
PADRE
La
muerte es un desahucio
primero
enfermedad cruel
que
te expulsa del paraíso
te
inmoviliza en la calle
a la
intemperie del mundo
sin
novelas ni sexo
te
patea del armario
asalta
zapatos y vinos
escupe
todo recuerdo
sin
ti padre me destierran
nos
llora la casa vacía
con
las tuberías reventadashttp://yung.cloud/index.php?a=track&id=14666
Silvia Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 1970). Es traductora e intérprete y ha publicado los libros de poesía Rojo Caramelo (Alharafishedita, 2004), El ojo de Londres (colección de poesía San Borondón de El Museo Canario, 2005), Casa Banana (Colección Poesía Gabinete Literario, 2007),Shatabdi Express (Baile del Sol, 2008), Bloc de notas (colección de poesía El Mirador, Ediciones Idea, 2009), Departamento en Quito (Colección La Palma, Ediciones La Palma, 2013 ), Ciudad Calima (Colección por mi mala cabeza, Ediciones Tragacanto, 2015) y Las princesas no tienen nombre (edición bilingüe español-italiano, Maclein y Parker, 2016).
Es co-autora del libro tripartito La fiesta innombrable con Verónica García y Antonio Puente (Baile del Sol, 2009) y ha publicado con Verónica García Las bocas del agua (Colección Baños del Carmen, Ediciones Vitruvio, 2014).
Entre otras antologías está incluida en 23 Pandoras: Poesía alternativa española (Baile del Sol, 2009) y en Voces de Papel / A Miguel Hernández (Instituto Cervantes, Lyon, 2010). Estuvo en el programa del la II edición del Festival Internacional de Perfopoesía de Sevilla en 2009 y ha intervenido en los Festivales Internacionales de Poesía de Génova (2005) y de La Habana (2008 y 2009), en el Programa Literario de Otoño de Ginebra en 2009 y en el II Festival Internacional de Poesía Poetas en Mayo en Vitoria-Gasteiz en 2014.
Ha editado textos en revistas como La porte des poetes, Ficciones, Turia, Piedra del molino,Mundo Hispánico, Telegráfica o en el suplemento cultural mejicano La jardinera Guarrior.
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Vidas Truncadas
sábado, 2 de julio de 2016
Ricardo J. Pérez García
Sin más, damos paso a su original presentación:
No está bien. Yo siento que algo no va bien. Siento que nos empujan. Siento que nos comparan con medidas inapropiadas y siempre salimos perdiendo, porque son medidas ajenas, particulares de aquellos que ponen la vara de medir y deciden cuándo es justo y cuándo no lo es. Yo siento que vivir es más fácil que todo esto. Pero que hay a quienes lo fácil no les conviene. Yo siento que nos empujan, a manadas, y deciden por todos y le llaman democracia; que modifican la norma y cambian la justicia de hoy para mañana, según les cambia, les aumenta, la avaricia, el miedo a perder lo que no es suyo, todavía. Ayer el hambre era injusta y hoy es nicho de mercado –conviene el hambre, la guerra–; ayer la propiedad era un robo y hoy es un derecho, un lujo inalienable para algunos, y para otros solo una aspiración vana. Algo no va bien cuando te obligan a nacer – prohibido el aborto– y no te dejan vivir –paro, desahucio, hambre, guerra–. Algo, todo, anda mal cuando juegan con nosotros como pescadores con caña –pague en cuarenta y ocho, cien años, muy poquito cada vez, pica este sabroso gusano, tonto, más que tonto– que muestran el cebo y luego te sacan del agua para que te asfixies («todo ha cambiado, el mundo ha cambiado, nosotros hemos cambiado el mundo y ahora lo que era ya no es, nos equivocamos y tú tienes la culpa»). Esquilman los mares de esperanza. Nos roban a paladas, a tractores, a grandes corporaciones del robo organizado, legal, todo legal, y nos aleccionan sobre justicia. Violan el concepto tantas veces que se acaba convirtiendo en una puta cuyo nombre de guerra es «legalidad» y trabaja para ellos en su prostíbulo judicial. Una para todos y cada uno la suya a su medida. Y la echan sobre nuestras cabezas aplastándonos cada vez más. Algo, todo, no anda bien, y se ve en estas caras, en nuestras caras, en estos ojos, tus ojos, que ya no saben adónde mirar, incomprendiendo, ¿no era todo tan fácil, tan sencillo?, ¿no se trataba solo de vivir, esforzarse, luchar, e intentar ser un poquito felices? No les conviene, que sea sencillo, que solo se trate de luchar, de esforzarse y ser recompensados con un hogar, una tarde tranquila, un par de amigos, la familia, el sueño justo. No les conviene que sea tan fácil. Pero nos conviene a nosotros, y somos muchos, somos más, somos todos. Habrá que empezar alguna vez a explicarles lo fácil que es, se asustarán de ver lo fácil que es, pero tendrán que aprenderlo también ellos, que vivir no es eso que ellos creen –champán, lujos, exclusividad, poder, coches e islas exóticas; dinero–, sino algo mucho, mucho más sencillo. Un día vamos a empezar, de verdad, a explicárselo, y lo van a tener que aprender, como nosotros ya lo sabemos y nos emperramos en no olvidarlo.
"Riforfo Rex es Ricardo J. Pérez García, un autor novel,
aunque no joven, y, pese a que ya ha perdido esta segunda condición, no tiene
ningún interés en perder la primera por muchos años que lleve practicando; tal
vez es una excusa para no mejorar, tal vez una excusa para no dejar de hacerlo.
Sus textos los publica principalmente en el blog sufro de sueños aunque no ha
dejado de caer en la tentación ni librarse del mal de publicar. Junto a los
Papirómanos, un colectivo de irredentos, ha mandado imprimir Papiromanía (Anroart,
2013) y Proesías (Mercurio, 2014), y, por libre se ha aventurado con El cazador
de mariposas (Editorial Niram Art (Sarocab SL), 2014). El resto, como quien
dice, es todo vanidad y apacentarse de viento."
Esta es la primera de sus aportaciones:
Esta es la primera de sus aportaciones:
Algo no va bien
No está bien. Yo siento que algo no va bien. Siento que nos empujan. Siento que nos comparan con medidas inapropiadas y siempre salimos perdiendo, porque son medidas ajenas, particulares de aquellos que ponen la vara de medir y deciden cuándo es justo y cuándo no lo es. Yo siento que vivir es más fácil que todo esto. Pero que hay a quienes lo fácil no les conviene. Yo siento que nos empujan, a manadas, y deciden por todos y le llaman democracia; que modifican la norma y cambian la justicia de hoy para mañana, según les cambia, les aumenta, la avaricia, el miedo a perder lo que no es suyo, todavía. Ayer el hambre era injusta y hoy es nicho de mercado –conviene el hambre, la guerra–; ayer la propiedad era un robo y hoy es un derecho, un lujo inalienable para algunos, y para otros solo una aspiración vana. Algo no va bien cuando te obligan a nacer – prohibido el aborto– y no te dejan vivir –paro, desahucio, hambre, guerra–. Algo, todo, anda mal cuando juegan con nosotros como pescadores con caña –pague en cuarenta y ocho, cien años, muy poquito cada vez, pica este sabroso gusano, tonto, más que tonto– que muestran el cebo y luego te sacan del agua para que te asfixies («todo ha cambiado, el mundo ha cambiado, nosotros hemos cambiado el mundo y ahora lo que era ya no es, nos equivocamos y tú tienes la culpa»). Esquilman los mares de esperanza. Nos roban a paladas, a tractores, a grandes corporaciones del robo organizado, legal, todo legal, y nos aleccionan sobre justicia. Violan el concepto tantas veces que se acaba convirtiendo en una puta cuyo nombre de guerra es «legalidad» y trabaja para ellos en su prostíbulo judicial. Una para todos y cada uno la suya a su medida. Y la echan sobre nuestras cabezas aplastándonos cada vez más. Algo, todo, no anda bien, y se ve en estas caras, en nuestras caras, en estos ojos, tus ojos, que ya no saben adónde mirar, incomprendiendo, ¿no era todo tan fácil, tan sencillo?, ¿no se trataba solo de vivir, esforzarse, luchar, e intentar ser un poquito felices? No les conviene, que sea sencillo, que solo se trate de luchar, de esforzarse y ser recompensados con un hogar, una tarde tranquila, un par de amigos, la familia, el sueño justo. No les conviene que sea tan fácil. Pero nos conviene a nosotros, y somos muchos, somos más, somos todos. Habrá que empezar alguna vez a explicarles lo fácil que es, se asustarán de ver lo fácil que es, pero tendrán que aprenderlo también ellos, que vivir no es eso que ellos creen –champán, lujos, exclusividad, poder, coches e islas exóticas; dinero–, sino algo mucho, mucho más sencillo. Un día vamos a empezar, de verdad, a explicárselo, y lo van a tener que aprender, como nosotros ya lo sabemos y nos emperramos en no olvidarlo.
Y a continuación, la más reciente:
Qué va a pasar
cuando todo esto
no sea normal
Y sobre todo cuándo
Qué va a pasar
cuando lo normal
no sea llorar
y sobre todo tantos
Qué va a pasar
cuando estemos dispuestos
todos a ayudar
en lo que podamos
sea poco sea mucho
de un grano brota un árbol
Ay, qué va a pasar
y sobre todo cuándo
domingo, 19 de junio de 2016
Continuando con el circuito de la exposición y siempre con el objeto de que la temática que recoge tenga la mayor difusión posible, esta vez nos trasladamos a la Vega de San Mateo, en concreto a la Sala de Exposiciones La Caldereta, que se encuentra en la calle Dr. Ramírez Cabrera, 9 donde la muestra estará expuesta desde el día 24 de junio hasta el día 10 de julio en horario de 10:00 a 14:00 horas de miércoles a domingo, y también de 18:00 a 20:00 horas de miércoles a viernes.
La inauguración tendrá lugar el viernes 24 de junio a las 20:00 horas.
La inauguración tendrá lugar el viernes 24 de junio a las 20:00 horas.
martes, 17 de mayo de 2016
Cecilia Domínguez Luis
Hoy tenemos el honor de presentarles a esta excelente escritora y mujer combativa y solidaria donde las haya.
Nace en La Orotava (Tenerife) el 17 de octubre de
1948. Licenciada en Filología Hispánica. Ha publicado poemas,
artículos y cuentos en periódicos y revistas de las Islas y de la
Península. Además: diecisiete libros de poemas, seis novelas (tres
de ellas juveniles), cinco libros de cuentos, tres de ellos para
niños y otro para adolescentes y un relato corto juvenil. Ha
recibido premios literarios como el “Matías Real” de poesía,
“Pedro García Cabrera”, y “Emilio Algaba Guimerá,”, entre
otros. Pertenece al comité de redacción de la revista Cuadernos
Ateneo, editada
por el Ateneo de La Laguna, sociedad de la que fue presidenta.
Ha sido traducida al francés, al rumano y al alemán y, a lo largo
de todos estos años, ha participado como ponente en diversos
Congresos nacionales e internacionales de lengua y literatura, así
como en encuentros de poesía, dentro y fuera de las islas. En junio
del año, 2011, es elegida miembro de la Academia Canaria de la
Lengua. En junio de 2013 es elegida miembro del Instituto de Estudios
Canarios. En 2015 se le concede el Premio Canarias de Literatura. En
2016 participa como coordinadora en la mesa redonda “La enseñanza
de la literatura de Canarias”, dentro de las Jornadas sobre “La
enseñanza de la Legua y la Literatura de Canarias” organizadas por
la Academia Canaria de la Lengua.
Obras
publicadas:
Poesía:
Porque
somos de barro, Objetos, Presagios de sueños en las gargantas de las
palomas, Un cierto sabor ácido para los días venideros, Víspera de
la ausencia, Y de pronto anochece, Poemas 1981-1994, Así en la
tierra, Solo el mar, Doce lunas de Eros, Azogue, Octubre, Para cruzar
los puentes, El libro de la duda, Bestiario, La ciudad y el deseo.
Cuaderno del Orate(4 meses y un día)
Narrativa:
Futuro
imperfecto (relatos),
El viento en contra (novela),
Entre tejados (relatos
infantiles),
Días de abril (relatos
juveniles)
Fompi (relatos
infantiles), Yara
(relato
juvenil), Fompi
y Lío en la Montaña de cristal (relato
infantil)
Mientras maduran las naranjas (novela),
La
luna en el agua (novela
juvenil), Aquel
verano
(novela juvenil). Los
niños de la lata de tomate (novela
juvenil). Si
hubieras estado aquí
(novela)
El sepulcro vacío (novela).
Con este magnífico poema colaboró en nuestro proyecto:
Día 30 (cuarto mes)
Digo: Nosotros
y las madres acunan sus historias en
maderas de olor y se encienden las lumbres.
El sol sea, para nuestro goce,
y se esparza el aroma del tomillo por los
corredores, a la espera de las aves en flor.
Estamos en el punto cardinal de las
rosas,
testigos de los prodigios de un día que
cabe en el brote de un helecho.
-esporas que se derraman en el centro del
mundo-.
Y tomamos partido por los vientres de
arcilla y las manos que se abren en la fruta.
Somos racimos ofrecidos al desconcierto
de los que ignoran los colores del dios del azar
Digo: Nosotros
y se abren las puertas, y existimos.
martes, 10 de mayo de 2016
Ricardo Hernández Bravo
Continuando con las aportaciones de nuestros colaboradores literarios, esta semana nos complace presentarles a Ricardo Hernández Bravo (El Paso, Isla de La Palma, 1966). Es licenciado en Filología Hispánica y profesor de Lengua y Literatura en Enseñanza Secundaria.
Ha editado los libros de poesía El ojo entornado (1996), En el idioma de los delfines (Premio Julio Tovar, 1996) (1997), la antología El aire del origen [Poemas 1990-2002] (2003), Los posos de la sed (2014) y dos poemarios en colaboración con pintores: La tierra desigual (2005), con Hugo Pitti, y Alas de metal (2008), con Graciela Janet.
Como narrador ha publicado Siete cuentos (1997), libro que recoge sus relatos premiados en diferentes certámenes.
Figura en las siguientes antologías poéticas: De Canarias a Marsella, edición bilingüe de los Cuadernos del Ateneo de La Laguna y la revista Autre Sud de Marsella (2002); Poetas canarios en Buenos Aires (2009), Poesía canaria actual (A partir de 1980) (2010) y Poetas de una sola isla. El grupo de La Palma (1990-2011) (2012). Selecciones de sus poemas y cuentos han aparecido asimismo en suplementos de periódicos insulares (Ítaca, El vuelo de Ícaro, Borrador) y revistas literarias como Azul, La fábrica, Perenquén, Cuadernos del Ateneo de La Laguna, Casatomada, Paralelo Sur, Ágora, Círculo de poesía, Librújula, La manzana poética, Turia, entre otras.
Poema
No es la casa es la piel,
el grueso de mis ojos lo que entrego;
es el olor a vida entreverada,
el aire madurado en la costumbre,
el baúl de mi sed con todo dentro;
no es el cristal, el gres, el cromo frío,
es la pátina, el vaho, el sedimento
de calor que redime la materia;
no es la llave es el alma que despido,
la memoria menuda donde guardo
el eco de las voces represadas,
la madre con su niño inamovible,
cuanto queda de mí como un reflejo
en la sombra de un cuadro descolgado.
http://yung.cloud/index.php?a=track&id=12078
el grueso de mis ojos lo que entrego;
es el olor a vida entreverada,
el aire madurado en la costumbre,
el baúl de mi sed con todo dentro;
no es el cristal, el gres, el cromo frío,
es la pátina, el vaho, el sedimento
de calor que redime la materia;
no es la llave es el alma que despido,
la memoria menuda donde guardo
el eco de las voces represadas,
la madre con su niño inamovible,
cuanto queda de mí como un reflejo
en la sombra de un cuadro descolgado.
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