sábado, 2 de julio de 2016

Ricardo J. Pérez García






Retomamos las publicaciones en nuestro blog con la vida y obra de uno de los personajes más particulares que hemos tenido la suerte de conocer durante la realización de éste proyecto, hablamos de nuestro querido Ricardo Pérez, o de su heterónimo Riforfo Rex, la verdad es que nunca estamos muy seguros de quién es quién... lo que sí les podemos asegurar es que ambos por igual han acudido raudos a colaborar cada vez que se lo hemos pedido.


Sin más, damos paso a su original presentación:

"Riforfo Rex es Ricardo J. Pérez García, un autor novel, aunque no joven, y, pese a que ya ha perdido esta segunda condición, no tiene ningún interés en perder la primera por muchos años que lleve practicando; tal vez es una excusa para no mejorar, tal vez una excusa para no dejar de hacerlo. Sus textos los publica principalmente en el blog sufro de sueños aunque no ha dejado de caer en la tentación ni librarse del mal de publicar. Junto a los Papirómanos, un colectivo de irredentos, ha mandado imprimir Papiromanía (Anroart, 2013) y Proesías (Mercurio, 2014), y, por libre se ha aventurado con El cazador de mariposas (Editorial Niram Art (Sarocab SL), 2014). El resto, como quien dice, es todo vanidad y apacentarse de viento."



Esta es la primera de sus aportaciones:


Algo no va bien


No está bien. Yo siento que algo no va bien. Siento que nos empujan. Siento que nos comparan con medidas inapropiadas y siempre salimos perdiendo, porque son medidas ajenas, particulares de aquellos que ponen la vara de medir y deciden cuándo es justo y cuándo no lo es. Yo siento que vivir es más fácil que todo esto. Pero que hay a quienes lo fácil no les conviene. Yo siento que nos empujan, a manadas, y deciden por todos y le llaman democracia; que modifican la norma y cambian la justicia de hoy para mañana, según les cambia, les aumenta, la avaricia, el miedo a perder lo que no es suyo, todavía. Ayer el hambre era injusta y hoy es nicho de mercado –conviene el hambre, la guerra–; ayer la propiedad era un robo y hoy es un derecho, un lujo inalienable para algunos, y para otros solo una aspiración vana. Algo no va bien cuando te obligan a nacer – prohibido el aborto– y no te dejan vivir –paro, desahucio, hambre, guerra–. Algo, todo, anda mal cuando juegan con nosotros como pescadores con caña –pague en cuarenta y ocho, cien años, muy poquito cada vez, pica este sabroso gusano, tonto, más que tonto– que muestran el cebo y luego te sacan del agua para que te asfixies («todo ha cambiado, el mundo ha cambiado, nosotros hemos cambiado el mundo y ahora lo que era ya no es, nos equivocamos y tú tienes la culpa»). Esquilman los mares de esperanza. Nos roban a paladas, a tractores, a grandes corporaciones del robo organizado, legal, todo legal, y nos aleccionan sobre justicia. Violan el concepto tantas veces que se acaba convirtiendo en una puta cuyo nombre de guerra es «legalidad» y trabaja para ellos en su prostíbulo judicial. Una para todos y cada uno la suya a su medida. Y la echan sobre nuestras cabezas aplastándonos cada vez más. Algo, todo, no anda bien, y se ve en estas caras, en nuestras caras, en estos ojos, tus ojos, que ya no saben adónde mirar, incomprendiendo, ¿no era todo tan fácil, tan sencillo?, ¿no se trataba solo de vivir, esforzarse, luchar, e intentar ser un poquito felices? No les conviene, que sea sencillo, que solo se trate de luchar, de esforzarse y ser recompensados con un hogar, una tarde tranquila, un par de amigos, la familia, el sueño justo. No les conviene que sea tan fácil. Pero nos conviene a nosotros, y somos muchos, somos más, somos todos. Habrá que empezar alguna vez a explicarles lo fácil que es, se asustarán de ver lo fácil que es, pero tendrán que aprenderlo también ellos, que vivir no es eso que ellos creen –champán, lujos, exclusividad, poder, coches e islas exóticas; dinero–, sino algo mucho, mucho más sencillo. Un día vamos a empezar, de verdad, a explicárselo, y lo van a tener que aprender, como nosotros ya lo sabemos y nos emperramos en no olvidarlo.

Y a continuación, la más reciente:


Qué va a pasar
cuando todo esto
no sea normal
Y sobre todo cuándo
Qué va a pasar
cuando lo normal
no sea llorar
y sobre todo tantos
Qué va a pasar
cuando estemos dispuestos
todos a ayudar
en lo que podamos
sea poco sea mucho
de un grano brota un árbol
Ay, qué va a pasar
y sobre todo cuándo


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